Es la resistencia que encuentra un fluido al fluir a través de un conducto. No solo depende de las características del tubo sino también de la viscosidad del propio fluido.
La resistencia depende entonces de las dimensiones del tubo y de la naturaleza del fluido, y mide las fuerzas de rozamiento o fricción entre las propias moléculas del fluido y entre éstas y las moléculas de la pared del tubo.
Estas leyes de la física se aplican a los líquidos que circulan en el cuerpo humano, por ejemplo la sangre.
La velocidad con la que circula la sangre en el interior de un tubo es directamente proporcional al flujo e inversamente proporcional al área transversal del tubo.
